La observación científica
La
observación es la estrategia fundamental del método científico, y, por tanto,
cualquier técnica de recogida de información en evaluación psicológica
conlleva, de una u otra forma, observación. La observación es, además, una
conducta humana universal que ocurre, también, en la si-tuación de evaluación
entre el sujeto y el evaluador y que se produce sea cual fuere el modelo teórico
de éste. Sin embargo, no sería correcto decir que todas las técnicas de
recogida de información en evaluación psicológica son técnicas observacionales;
existen una serie de características delimitadoras de lo que es un método
observacional.
Quien
observa es un experto (participante o no participante en la situación pero
nunca el propio sujeto) o ha sido entrenado para observar deliberadamente,
aunque sea brevemente. Así, hay que resaltar que estamos incluyendo como método
observacional la observación deliberada realizada por personas allegadas al
sujeto. Por supuesto, el «hecho» que se observa puede variar en su nivel. El
observador puede tener distintos niveles de inferencia. Por ejemplo, se pueden
observar conductas (por ejemplo, si el niño moja la cama), se pueden inferir de
las conductas atributos (por ejemplo, si el niño está nervioso) o se puede
observar un hecho presente que representa la expresión de un conjunto de
conductas pasadas (por ejemplo, cuando observamos la existencia o no de
desechos).
Veamos el siguiente video:
Unidades
de Medida
Ocurrencia
En
ocasiones, lo que interesa es la ocurrencia de un evento; es decir, la
constatación de si un fenómeno se da o no. Así, por ejemplo, sucede cuando
pretendemos saber si un niño se sienta o no se sienta a una determinada edad o
si moja o no moja la cama. En este caso, el todo o nada en la aparición de la
unidad de análisis en cuestión no se relaciona con ningún otro sistema de
medi-da, como, por ejemplo, el tiempo. La ocurrencia es la dimensión más simple
de lo observado.
Orden
Orden
En ocasiones, aparte de la ocurrencia, resulta imprescindible consignar el
orden en el que aparecen unas conductas o unas categorías conductuales. Así,
sabemos que en psicología existen relaciones estímulo-respuesta (E-R) o
respuesta-consecuencias (R-C) y conducta-conducta (R-R) y, por tanto, puede ser
necesario examinar la secuencia en que las conductas aparecen. Como señala
Anguera (2003), el orden consiste en la explicitación de la secuencia de las
distintas ocurrencias de conducta.
Frecuencia
Fundamentalmente
utilizada en el registro de conductas, clases de conducta e interacciones, la
frecuencia hace referencia a la extensión en la cual un determinado evento
ocurre en una unidad de tiempo. Por ejemplo, el número de veces que un escolar
golpea a otro durante la jornada escolar, el número de botellas de vino que un
alcohólico ingiere al día, la frecuencia expresa el montante total de eventos
de un determinado tipo que han sucedido durante todo el tiempo que ha durado la
observación.
Duración
En
ocasiones, la frecuencia puede no ser suficiente o relevante a la hora de
expresar, en toda su extensión, un determinado evento. El comportamiento humano
se produce de forma temporalmente extensa y, a menudo, no es reducible a actos
discretos. Es decir, frecuentemente no sólo interesa recabar datos sobre la
frecuencia o el orden de una determinada conducta, sino también sobre su
duración. Así, por ejemplo, con el fin de conocer cuán estudioso es un escolar,
podemos registrar cuántas veces se dedica al estudio a la semana, o al día
(frecuencia), pero tal vez sea más importante, en base a nuestro objetivo,
conocer la duración de sus períodos de estudio.
Técnicas
de Registro
Registros Narrativos
Etólogos,
psicólogos sociales constructivistas, ecólogos y fenomenólogos suelen efectuar
minuciosos registros narrativos de lo observado. Los evaluadores que realizan
descripciones sobre lo observado suelen dejar constancia de sus observaciones
mediante registros narrativos o descriptivos, de la misma manera que otros
investigadores naturalistas. Tales registros presentan un formato flexible para
permitir recoger muy diferentes características y modalidades de las
actividades de los sujetos, y, por tanto, el protocolo que los sustenta no
presenta especificidad más allá de la fecha de registro y las circunstancias
generales de la sesión (tiempo, lugar, personas presentes y otras
circunstancias potencialmente relevantes).
Escalas de Apreciación
También
llamados de "Estimación" Son utilizadas cuando se pretende la
cuantificación, calificación o clasificación de las actividades de un sujeto
según específicas definiciones conductuales, dimensiones o atributos de
personalidad previamente establecidos. Existen distintos tipos de escalas de
apreciación, aunque a través de todas ellas se pretende que el observador
valore en una serie de unidades de medida (frecuencia, intensidad, apropiación)
la unidad de análisis seleccionada. En definitiva, se trata de valorar en qué
medida una determinada descripción es aplicable a un sujeto.
Protocolos
observacionales de conducta
También
llamados "listas de rasgos" (Anguera, [991). Contienen una serie bien
especificada de conductas, encuadradas o no en clases y con o sin indicación de
antecedentes o consecuentes ambientales de las mismas En resumen, a través de
estos protocolos observacionales se tienen en cuenta conductas, clases de
conductas y relaciones funcionales entre éstas y otros eventos ambientales. Dos
son los más frecuentes protocolos observacionales: *los registros de conductas,
*las matrices de interacción y *los mapas de conducta.
Códigos o sistemas de
categorías
Los
procedimientos observacionales más sofisticados son los llamados códigos o
sistemas de categorías o esquemas de codificación (Bakeman y Gottman, 1986;
Anguera, 1991), cuyo «andamiaje proporciona soporte y cobertura a aquellas
conductas que, mediante la correspondiente operación de filtrado, son
consideradas relevantes de acuerdo con los objetivos de la investigación»
(Anguera, 1991, p. 116). En definitiva, los códigos de categorías conllevan la
denominación, delimitación y definición de categorías de los eventos
conductuales y/o contextuales que se pretende observar y articulan y regulan
cómo se va a llevar a cabo la observación. Así, estos procedimientos
de observación comportan
un largo proceso y sofisticadas elaboraciones para su construcción. 3
___________________________
3 Fernández, B. R.
(2013). Evaluación psicológica: conceptos, métodos y estudio de casos (2a.
ed.). Madrid, ES: Difusora Larousse - Ediciones Pirámide. (Pp. 193 -234).
https://elibro-net.bibliotecavirtual.unad.edu.co/es/ereader/unad/49032?page=193
Plan
de Observación
1. El caso que nos ocupa
¿requiere observación?
2. ¿Qué unidades de
observación están implícitas en la hipótesis sobre el caso?:
— Continuo de la
conducta.
— Atributos.
— Conductas.
— Interacciones.
— Sistemas de categorías.
— Productos de conducta.
3. ¿Qué unidades de
medida van a ser usadas?:
— Ocurrencia.
— Frecuencia.
— Orden.
— Duración.
— Dimensiones
cualitativas.
4. ¿Mediante qué técnicas
van a ser recogidas las observaciones?:
*Registros narrativos.
*Escalas de apreciación.
*Protocolos observacionales de conducta:
• Registros de conducta.
• Matrices de interacción.
• Mapas de conducta.
*Sistemas de categorías.
*Registro de productos.
*Procedimientos
automáticos de registro.
5. ¿Quién o quiénes van a
ser observados?:
— Un solo sujeto.
— Varios.
— En su caso,
representatividad de los sujetos observados.
6. ¿Dónde se va a
observar?:
— En situaciones
naturales.
— En situaciones
artificiales.
7. ¿Durante cuánto tiempo
se realizará la ob-servación?:
— Tiempo total de
observación.
— Número de sesiones.
— Intervalos de las
sesiones.
— Duración de los
intervalos de observación y registro (en su caso).
— En su caso, períodos de
habituación.
8. ¿Quién o quiénes van a
observar?:
— Uno o varios
observadores.
— Cómo se va a entrenar a
los observadores.
9. ¿Cómo va a apreciarse
la calidad de las observaciones?:
— Generalizabilidad entre
puntuadores.
— Generalizabilidad entre
situaciones.
— Generalizabilidad en el
tiempo.
Edel, M. G., Felippis, I. D., & Martín, L. (2012). Manual teórico-práctico de investigaciones sociales: apuntes preliminares. Buenos Aires, Argentina: Espacio Editorial. (Pp. 85 -96).
Fernández,
B. R. (2013). Evaluación psicológica: conceptos, métodos y estudio de casos
(2a. ed.). Madrid, ES: Difusora Larousse - Ediciones Pirámide. (Pp. 193 -234).
https://elibro-net.bibliotecavirtual.unad.edu.co/es/ereader/unad/66903?page=85
https://elibro-net.bibliotecavirtual.unad.edu.co/es/ereader/unad/49032?page=193
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